Mucha gente me ha preguntado acerca del yoga y la alimentación, lo cierto es que existen muchos mitos y mucha confusión acerca de la dieta de los yoguis. Esta semana quería hablaros sobre este tema que genera bastante atracción y curiosidad a los que se inician en los caminos espirituales y del yoga.
Hace tiempo que me apetecía escribir sobre esto , pero lo cierto es que me daba un poco de reparo. Creo que a veces hablar sobre algo en lo que no eres un profesional o no es tu competencia (alimentación) puede generar controversia o malos entendidos. Así que antes que nada quiero aclarar que mi intención en este artículo no es dar pautas alimenticias o nutricionales a nadie. Más bien mi objetivo es hablar sobre la influencia del yoga en la alimentación de sus practicantes y aportar mi humilde experiencia personal. Espero que con ello nadie se sienta ofendido.
YOGA Y ALIMENTACIÓN ¿QUÉ RELACIÓN TIENEN?
Si ya eres practicante de yoga seguro que te han surgido algunas de estas preguntas:
-¿Qué dieta siguen los yoguis?
-¿Cómo tengo que comer si practico yoga?
-¿Tengo que hacerme vegetariano?
El yoga es un «estilo de vida», como seguro ya sabréis, y en él estos dos conceptos (yoga y alimentación) van cogidos de la mano. Dicho de otra manera, que una cosa lleva a la otra, sin darte apenas cuenta. En esta filosofía de vida o «camino», cada uno decide, en cada momento de su existencia, hasta donde quiere implicarse. Suele ser un camino progresivo (o al menos en mi caso) en el que poco a poco va calando en más aspectos de tu vida, dentro y fuera de la esterilla.
Cuando empiezas a practicar yoga te va cambiando el concepto de muchos hábitos de tu día a día, comienzas a observarte y a replantearte el por qué o por qué no de lo que haces. El yoga te hace despertar, te hace ser más consciente de todo y poco a poco dejas de funcionar en «modo automático». Esta actitud de observación hacia ti mismo hace que vuelvas a conectar con tu cuerpo y a sentir que te habla y te manda señales todo el tiempo.
Esta conexión ocurre también a nivel alimenticio o nutricional y así comienzas a escuchar la voz de tu cuerpo pidiendo aquello que necesita para nutrirse en cada momento. Puede que empieces a cambiar ciertos hábitos que sientes que no son buenos para ti. Comienzas a identificar cómo reacciona tu cuerpo y tu mente cuando comes ciertos alimentos. Así el yoga te lleva, casi involuntariamente, a comer de forma consciente.
¿QUÉ COMER SI PRACTICAS YOGA?
Haciendo conclusión de lo dicho más arriba, creo que no debemos preocuparnos mucho de qué comer porque tu cuerpo y tu intuición te lo irán marcando. Esta forma de comer de manera consciente que la práctica de yoga nos va sugiriendo también nos llevará a seguir una dieta saludable.
Otro punto importante, no vamos a negarlo, es que dependiendo de lo que comas así será tu práctica. Porque a ver quién es el valiente que se pone a hacer series de Ashtanga o Kappalabathi (respiración de fuego) después de haberse metido un buen cocido entre «pecho y espalda». Te aconsejo que no lo intentes, por experiencia te digo que se pasa fatal (jejeje). Irás dándote cuenta que tus sesiones serán más fáciles y placenteras con digestiones ligeras.
LA DIETA DE LOS YOGUIS
En este apartado hablaremos sobre lo que el yoga tradicional o los textos clásicos nos dicen sobre la alimentación de los que quieren seguir un estilo de vida yoguico.
Me gustaría aquí aclarar que muchas veces se confunden los términos «Yoga» y «Ayurveda». Son ciencias hermanas, pero el Ayurveda es una disciplina médica que necesita ser estudiada para ponerla en práctica o solicitar los consejos de un terapeuta cualificado.
Lo que el yoga nos ofrece, en cuanto a alimentación, hace referencia a uno de los textos cásicos del yoga: «Los Yoga Sutras de Patanjali». En su sistema «Los 8 pasos del Yoga» hace referencia en los Yamas y Niyamas a algunos códigos de comportamiento generales que se pueden aplicar a nuestros hábitos alimenticios.
- AHIMSA: es la ley de la «no violencia». Este es principio por el que muchos yoguis se hacen vegetarianos o veganos puesto que nos dice que un yogui no debe hacer daño a ningún ser vivo. Tampoco hay que tomárselo todo al pie de la letra, así que no te sienta mal por practicar yoga y comer carne. Aquí cada uno se implica en el «camino» hasta donde puede o quiere. Y apuesto a que la mayoría de los yoguis no eran vegetarianos desde que empezaron (como yo, jeje).
- BRAMACHARYA: este yama habla de no realizar excesos. Casi siempre se relaciona con el tema sexual (celibato) pero creo que también tiene mucha relación con la comida.
- SAUCHA: significa que todos nuestros actos deben ser puros. El cuerpo es nuestro templo y por tanto tenemos que honrarlo y cuidarlo aportando alimentos nutritivos y evitar al máximo los tóxicos ( tabaco, alcohol…) que puedan perjudicarlo o dañarlo.
- TAPAS: es la «Ley de disciplina». Llevar una dieta sana a veces requiere cierta autodisciplina y esfuerzo para no dejarnos llevar por las tentaciones o todo lo que nos apetece y ser esclavos de nuestros impilsos.
¿TENGO QUE HACERME VEGETARIANO?
En mi opinión, creo que no es necesario. Como ya he dicho más arriba, con la práctica de yoga te vuelves más consciente de todo y de lo que tu cuerpo necesita para sentirse bien. En yoga siempre se busca el equilibrio, en todos los sentidos, también en la forma de alimentarnos. Así, escuchando tu cuerpo y tu intuición, irás poco a poco cambiando ciertos hábitos en tu dieta, o al menos así me pasó a mí.
Te cuento algunos cambios que puede que te sirvan de inspiración:
-Tendencia a desintoxicar tu cuerpo y sentir que todo tu organismo está limpio y sano.
-Incluir más fruta, verdura y proteínas de calidad.
-Limitar el consumo de productos industriales, procesados o precocinados
-Optar por formas de cocción limpias (plancha, horno, vapor…) reduciendo los fritos y el exceso de grasa.
-Reducir el consumo de harinas y azúcares refinados. Escoger siempre su variedad integral.
-Escoger, en la medida de lo posible, productos biológicos/eco y de procedencia cercana.
-Tomar más tiempo para cocinar y preparar tus menús y también para comer con consciencia, disfrutando del proceso.
Creo que ser vegetariano o no, no es importante. Pero si decides elegir este camino, hazlo bien. No es una decisión que se deba tomar a la ligera. Infórmate bien y consulta con un especialista en nutrición para asegurarte que en tu dieta no falte ningún nutriente.
Supongo que no te he contado nada nuevo, estos consejos los habrás oído cientos de veces. Lo que marca la diferencia, en definitiva es lo que quería decir, es que nuestra relación con la comida cambia. Y este cambio se refiere a que utilicemos la comida para nutrirnos y ser la mejor versión de nosotros mismos. No utilizar la comida como premio ni como castigo, no ser esclavos de ella.
Espero que mi opinión y mi experiencia en esta parte del «camino del yoga» te haya sido útil.
¿Y a ti te preocupa tu alimentación?¿ Has notado algún cambio desde que practicas yoga? Si te apetece compartir tu experiencia puedes dejarme un comentario.
Hasta pronto. NAMASTÉ