¿Qué es el Power Yoga?
El Power yoga es una versión moderna, libre, creativa y desestructurada del Ashtanga. Es un estilo de yoga dinámico, vigoroso y desafiante.
No consta de secuencias de posturas fijas, cada clase es diferente, dándote así la libertad de decidir cómo quieres enfocar tu práctica ese día.
Si bien normalmente las posturas son físicamente exigentes, todas las clases se pueden adaptar a cualquier persona, modificando la postura u ofreciendo distintas variantes. Además se recurre al uso de bloques y cinturones para adaptar anatómicamente las posturas a cada alumno. Normalmente se proponen secuencias de asanas muy fluidas, donde cada una encadena con la siguiente.
Te reta a salirte de los patrones normales para crecer y al igual que el Ashtanga fomenta la autodisciplina, pero nunca ha convertirse en una competición con los demás o contigo mismo. Como para el resto de estilos de yoga, los asanas no son el fin sino el medio. Para muchas personas el practicar un estilo físicamente exigente es una ayuda para mantener la concentración. Ese nivel de concentración necesario les ayuda a que su mente no se escape y se líe con pensamientos, y a que puedan mantenerse conscientes del momento presente. Dharana, la concentración, es el paso previo al estado de Dhyana o meditación. (Yoga Sutras de Patanjali).
Historia y origen
El origen del Power yoga se atribuye a dos personas, Beryl Bender Birch y Bryan Kest, ambos fueron estudiantes Sri K. Pattabhi Jois en India (Ashtanga Yoga).
Beryl Bender Birch
A finales de los ochenta Birch volvió a Nueva York donde abrió su propio estudio de Yoga. Fue entonces cuando se dio cuenta de que la primera serie de Ashtanga requería mucha flexibilidad y esto era especialmente complicado para sus alumnos más atléticos. Además, acostumbrados al ritmo frenético de la vida occidental, muchos de ellos solicitaban clases un poco más dinámicas. A fin de adaptar el Ashtanga Yoga al estilo de vida moderno, y a las necesidades de sus alumnos, Beril comenzó a crear secuencias diferentes dónde incluía estiramientos y especialmente mucho entrenamiento de fuerza. A estas clases las llamó «yoga para atletas», pero posteriormente se acabó popularizando el nombre de “Power Yoga”.
El yoga consiste en aprender a prestar atención. La atención conduce a la transformación. Mi interés estaba en la filosofía y la espiritualidad del yoga, pero hay que saber congeniar esto con tu audiencia. Beryl Bender Birch.
Bryan Kest
De forma similar, Bryan Kest, que también venía de haber estado estudiando Ashtanga en la India con Pattabhi Jois, abrió un estudio de yoga en Los Ángeles.
El enfoque de Bryan Kest era ligeramente diferente, él quería popularizar el yoga y hacerlo lo más accesible posible a todo el mundo. Pensó que como el fitness era un interés compartido por mucha gente, si transformaba las secuencias de Ashtanga Yoga dándoles un enfoque más vigoroso y dinámico resultarían más interesantes en el mundo occidental.
El Power yoga se enfoca en crear el más alto nivel de energía, vitalidad y libertad. La única manera de conseguir esto es trabajar contigo mismo, no contra ti. No nos interesa presionar más allá de nuestro límite para llegar a un punto al que nos han convencido que debemos llegar para ser felices.
El Yoga no te pide ser más de lo que eres, te pide ser todo lo que tú eres.
Bryan Kest.
Otras influencias
Aunque Birch y Kest fueron los pioneros del Power yoga, el dramático incremento de su popularidad se puede atribuir en realidad a Baron Baptiste, que desarrolló lo que él llamaba Baptiste Power Vinyasa Yoga.
El trabajo que haces sobre tu esterilla facilita el resto de los aspectos de tu vida. Barón Baptiste.
Baron Baptiste
Muchos consideran que fue Larry Schultz, creador del Rocket Yoga, quien abrió la puerta a la creación del Power Yoga y a otros estilos modernos, al ser el primero en atreverse a hacer su propia versión del ashtanga.
En 1995 Pattabhi Jois escribió una carta a «Yoga Journal» expresando su desacuerdo en que se asociara el Ashtanga Yoga y este nuevo estilo.
El concepto de Power yoga ha pasado por diferentes fases de desarrollo y a día de hoy es un término muy general que puede significar distintas cosas. Si bien hay algunos aspectos en común en los distintos sistemas de Power yoga, también puede haber muchas diferencias. Las sesiones de Power yoga suelen ser flexibles y creativas. Normalmente son físicamente exigentes, con gran contenido de cardio, y trabajan de forma equilibrada flexibilidad, fuerza y resistencia. Algunos profesores incluyen pranayamas o meditación, pero lo más habitual es que se salten las partes más espirituales de la práctica.
Cómo es una clase de Power Yoga
Son clases dinámicas y vigorosas. No son la mejor elección si vas buscando una clase lenta y relajante.
Normalmente las clases de Power Yoga comienzan con alguna dinámica que te ayude a salir de la rutina del día y conectar con el momento presente. Puede ser una breve meditación, algún pranayama o simplemente algo de movilidad articular.
Una vez presentes y conectados, se comienza a calentar el cuerpo y a prepararlo para la práctica. Puede recurrirse en este calentamiento a los saludos al sol A y B, que a menudo se modifican añadiendo posturas o vinyasas. Se suele introducir trabajo de fuerza de brazos, core y estiramientos sencillos.
Después de calentar el cuerpo se pasa a realizar la secuencia de asanas que el profesor haya preparado para ese día. Los criterios a la hora plantear esta secuencia pueden seguir líneas diferentes:
- Secuencias que busquen trabajar de forma equilibrada fuerza, flexibilidad y equilibrio en todo el cuerpo.
- Secuencias enfocadas en una “peak pose” o postura pico. Consiste en proponer para esa clase una postura de mayor dificultad y organizar la secuencia con asanas que previamente te van preparando para ella.
- Secuencias enfocadas en el trabajo específico de una parte del cuerpo. Backbends (extensiones de columna), splits, aperturas de cadera, balance de brazos, invertidas…
Conforme se va acercando el final de la clase, el ritmo de la práctica va bajando para ayudar a la relajación. A menudo se incluye algún pranayama. El culmen del relax final se alcanza en savasana o en postura de meditación, a elección del practicante.
Beneficios
- Enfoca la mente
- Libera endorfinas
- Mejora la flexibilidad
- Tonifica los músculos aumentando considerablemente la fuerza corporal
- Incrementa el equilibrio
- Mejora la agilidad corporal
- Activa el trabajo cardiovascular del cuerpo y el gasto calórico
- Aumenta la estamina (resistencia, aguante)
- Ayuda a mejorar episodios de estrés, ansiedad y desequilibrio emocional
- Trae una gran sensación de bienestar y serenidad una vez terminada