Salabha significa saltamontes o langosta en sánscrito, mientras que asana significa postura. Por tanto, salabhasana se traduce literalmente como la postura del saltamontes o de la langosta.
Es posible encontrarla con ambos nombres.
Salabhasana es otra de las muchas posturas de yoga que toman su nombre del animal al que recuerdan.
En esta asana no sólo se eleva el pecho del suelo, también suben las piernas hacia arriba y hacia atrás.
Si te fijas en un saltamontes o una langosta, las patas traseras suben y se flexionan haciendo un ángulo elevado. Es esta similitud la que da el nombre a la postura.
Tipo de asana
Se trata de una extensión o arqueo de columna donde se estira toda la parte anterior del cuerpo, y se contrae y fortalece la posterior. Requiere bastante esfuerzo muscular el mantenerla.
Salabhasana es una postura simétrica, es decir, al realizarla, tanto el lado derecho como el izquierdo de nuestro cuerpo trabajan igual.
Si bien no vas a ver esta asana replicada en fotos de impresionantes paisajes naturales, la postura del saltamontes es una de las posturas más completas a la hora de fortalecer la musculatura. Toda la parte posterior del cuerpo se activa, contrae y tonifica, toda la parte anterior, se estira.
En otras disciplinas enfocadas en la tonificación, como el pilates, nunca falta esta postura.
Cómo realizar salabhasana correctamente
Si bien no existe la postura perfecta, y no es algo que deba obsesionarnos, si que hay una serie de pasos clave que nos ayudarán a obtener todos los beneficios de la postura del saltamontes.
Cómo entrar en salabhasana
1 – Comienza tumbada boca abajo en la esterilla. Puedes empezar desde advasana.
2 – Coloca los brazos a lo largo del cuerpo, y la frente o la barbilla sobre el suelo.
3 – Junta los dedos gordos de los pies y dirige el coxis hacia el suelo haciendo retroversión de pelvis.
4 – Activa los glúteos.
5 – Toma una inspiración, y al espirar eleva la cabeza, el pecho, los brazos y las piernas bien activas, como si tiraran de ellos hacia arriba y hacia atrás.
Todo a la vez.
Cuanto más arriba mejor.
6 – Otra opción a la hora de realizar salabhasana es colocar los brazos bajo el cuerpo y la barbilla apoyada en el suelo.
En esta variante, los brazos hacen de palanca y las piernas suben mucho más, pudiendo incluso pasar la línea de la vertical, dirigiendo los pies hacia la cabeza.
Para ello hace falta gran fuerza abdominal que nos ayude con el impulso inicial, y buena flexibilidad y fortaleza de columna.
Cómo mantener la postura del saltamontes:
- Muslos rodillas y tobillos juntos, tocándose.
- Es muy importante mantener las piernas y los glúteos activos.
- Las piernas tiran hacia arriba y hacia atrás elevándose
- El pecho tira hacia arriba y hacia delante elevándose.
- Los brazos se dirigen hacia atrás ayudando a elevar el pecho.
- La cabeza acompaña al movimiento.
- Nota el trabajo de toda la zona dorsal del cuerpo.
Cómo salir de salabhasana:
1 – Baja lentamente piernas, pies, pecho, brazos y cabeza hasta tumbarte totalmente sobre el suelo.
2 – Suelta y relaja los músculos.
3 – Descansa en advasana, haciendo una almohadita con brazos y manos y apoyando en ellos la frente o la sien. Los dedos gordos de los pies se juntan y los talones caen con suavidad hacia los lados.
4 – Salabhasana es una postura que requiere gran esfuerzo físico, por ello no suele mantenerse durante mucho tiempo.
Lo más habitual es repetirla varias veces intercalando descansos en savasana entre medias.
Beneficios de salabhasana:
- Fortalece la musculatura de toda la parte posterior del cuerpo: espalda, glúteos, piernas.
- Ayuda a mejorar la postura, ya que el fortalecer la musculatura de la espalda da soporte y sostén a la columna.
- Mejora la resistencia.
- Masajea los órganos internos ayudando así a regular las funciones intestinales.
- Mejora la función del hígado, páncreas y riñones.
- Fortalece la musculatura paravertebral.
- Mejora la circulación sanguínea.
- Reduce la grasa abdominal.
- Ayuda a mejorar los problemas de ciática.
Contraindicaciones:
No es recomendable realizar salabhasana en las siguientes situaciones:
- Si hay algún problema o lesión en la zona cervical o lumbar. Antes de realizarla, consulta antes a un especialista.
- En casos de presión arterial alta.
- Glaucoma.
- Personas que padecen reumatismo vertebral.
- Dolor de cabeza o migrañas.
- Si estás embarazada, ya que el vientre se encuentra contra el suelo.
Adaptaciones:
- La adaptación más habitual es subir sólo una pierna, como un medio saltamontes. La otra pierna se flexiona y hace de cuña y sostén, apoyando el muslo en el suelo y el pie en la pierna contraria. Esta postura es asimétrica, por lo que una vez realizada por un lado, deberemos repetirla por el contrario para equilibrar.
- Si te clavas los huesos en el suelo, puedes poner una manta o algo de ropa bien colocada bajo las caderas y pubis.