No, no me he vuelto loca y, mientras escribo esto, ya visualizo unos cuántos ojos abiertos como platos. Sé que de buenas a primeras es un tema, aún hoy en día, un tanto peliagudo. Muchas personas se pondrán las manos en la cabeza e incluso dejarán de leer. Espero que no seas una de ellas. ¡No te asustes y diviértete! Es algo natural, normal, bonito, necesario, saludable, y no tiene porque ser entre 2 personas, sino con uno mismo.
Para mí, este es un tema del que se puede hablar largo y tendido (he tenido que acortar el contenido no sé cuantas veces), ya que, la práctica sexual no solo tiene una parte física, sino también energética muy sugestiva. Hace ya varios artículos que vengo dándole vueltas al tema, pero no me lanzaba a escribir porque no sabía cómo enfocarlo. Así que he decidido que haré un artículo de los míos. Con fundamento, con un toque picante y que deje lugar a la imaginación.
Como siempre he dicho, lo que más me gusta del yoga es que me ha transformado, tanto físicamente como mentalmente. No hace mucho leí: “No hay yoga si no hay transformación” ¡Cuánta razón!
A continuación, te hablaré de cómo puede ayudar el yoga a mejorar y disfrutar, si no lo haces ya, de tu práctica sexual. Con la practica de asanas fortaleces y flexibilizas tu musculatura y energéticamente puede conectarte y desbloquearte para que recibas y des placer (de eso se trata, ¿no?).
Asanas, bandhas y pranayamas para mejorar tu práctica sexual.
Basándome en mi estilo, es una práctica para la corrección postural y movilización de la columna y musculatura en general. He descubierto que ya en los calentamientos, no puedo evitar oír risas y comentarios, la imaginación es maravillosa. No te haces una idea de lo que me gusta oírlos y es inevitable sacarme una sonrisa (como ahora mismo). Este es MI yoga, el que comparto. Mejora postural, trabajo consciente, concentración y risas.
Te dejo un vídeo aquí abajo de un ejercicio del calentamiento que hago. Donde la columna vertebral se mueve en todos los sentidos. Movimiento amplio acorde con una respiración lenta. Ayudando a que la musculatura de la columna se caliente y así evitar pinzamientos. Es el principio, hay que ir suave.
Entiendes el juego que da, ¿verdad? Una columna flexible hace que te muevas con calma y que poseas un dominio total del movimiento (cualquiera).
Hay un montón de asanas que ayudan a que tu práctica sexual pase a un nivel avanzado. Primero con la práctica de asanas ya que fortaleces y flexibilizas la musculatura y después, poniéndolas en práctica.
Alguna de las asanas que puedes poner en práctica (hay tantas y tan sugerentes…mmm…):
Setu Bandhasana Θ manos de apoyo en zona lumbar, por si la cosa se pone intensa que no recaiga todo el peso en el cuello. 
Ananda Balasana Θ sugerente, ¿¡no!?
Sasangasana Θ lo mismo que Setu Bandasana, ¡¡cuidado con el cuello al empujar!!
Kapotasana Θ si no practicas, no la hagas.
Malasana Θ Es una buena asana para “sentarse” así como Virasana
Utkatakonasana Θ Perfecta para fortalecer aductor, abductor, cuádriceps…
Éstas son solo unas muy pocas asanas que puedes ir poniendo en práctica.
Por otro lado, también tenemos la activación del Moola Bandha (aquí tienes el enlace del artículo que escribí sobre esto). Es el bloqueo energético que hace que la energía no se escape, sino que se concentre y suba hacia arriba (te aseguro que no es lo único que sube).
Para activarlo, exhalas a la vez que contraes el músculo que hay entre el hueso púbico y el coxis (sé que lo estás intentando, ¿a que sí?). Cuando haces esto, tiras del suelo pélvico hacia arriba, fortaleciéndolo, e implicas también el bajo vientre. Esa musculatura se contrae y tanto tú como tu «compi de baile», sentís esa pequeña y placentera presión que hace que cierres los ojos y te estremezcas.
Con la práctica de asanas y gracias a que se corrige la postura, te sientes más erguida, y ayuda a tener más confianza con uno mismo. «Cuando practicas yoga, algo ocurre en tu cuerpo y en tu mente, algo cambia. No al principio, de buenas a primeras, pero a medida que vas practicando te vas sintiendo mejor». Esta afirmación la he escuchado hoy (12/Mayo/2021) en un directo en IG en la cuenta “Más allá del orgasmo” y no puedo estar más de acuerdo. Andrea habla de la relación que tiene el sexo con el yoga. ¿Será por eso por lo que me he lanzado a escribir este artículo?
Por último, las respiraciones. Aprender a controlarlas. Al exhalar, relajas la musculatura, no hay tensión, disfrutas de tu práctica sexual. Ten en cuenta que la vagina y el pene son 2 músculos más que hay que trabajar y «relajar» (depende).
Hablemos de la energía en tu práctica sexual.
El yoga está muy relacionado con las energías. Tienes que estar conectado energéticamente para que la alineación de esa asana salga, para que en ese balance no te caigas y para que disfrutes del sexo.
Por esta razón, te voy a hablar del primer y segundo chakra, conectadísimos directamente con tu práctica sexual. Si ahí tienes un bloqueo, olvídate de gozar. Aunque lo suyo es una correcta alineación de los 7 para que la energía fluya de abajo arriba y de arriba abajo.
El primer chakra es el Muladhara. Asociado con la tierra y naturaleza. Ubicado, en las mujeres en la entrada de la vagina, en los hombres entre el ano y la base del pene. Aunque este esté más relacionado con la supervivencia y la estabilidad, está muy unido con el segundo.
Éste segundo es Swadhistana. Asociado con el agua (líquidos, fluidos). Ubicado debajo del ombligo. Esta es la zona erógena. Un bloqueo en uno de estos 2 chakras ¡no es un buen síntoma!
Hay varias técnicas de desbloqueo, tanto con la práctica de asanas, como con meditaciones.
Sobre este tema de sexo y energías hablaré más en otro artículo que tiene más relación, el tantra yoga… ¿será el siguiente?
No quiero cerrar este artículo sin darte mi opinión. El sexo es algo maravilloso tanto si practicas con alguien como contigo misma. Tienes que hacerlo con «amor» (cuando haces algo que te encanta, disfrutas, como en todo en esta vida). Tienes que querer y sentir para poder deleitarte. Al menos yo, si no siento, no padezco y no funciona. Como siempre, hablo desde mi experiencia y no tiene por qué ser compartida.
