En el artículo anterior te conté como el yoga puede mejorar la postura corporal. Entonces, he pensado que podría continuar hablando de cómo el yoga puede ayudarnos a fortalecer el sistema óseo. Intentaré seguir en mi tónica y no hacer un artículo aburrido, pero sí contarte, a mi manera, los beneficios que tiene la práctica en este sistema, tienes curiosidad, ¿a que sí? Sigue leyendo.
Bueno, sé que puede ser un tema un tanto… “me abuurroooo, no quiero una clase de anatomía”, pero creo que es necesario que sepas, así por encima, la composición de los huesos, que tipo de huesos hay y que funciones cumplen. Venga aguanta, que lo voy a hacer interesante.
Composición de los huesos
2 datos solo, no me complicaré la existencia, ni haré que dejes de leer porque te aburres:
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- 70% de sustancia inorgánica (calcio y fósforo) → esto hace que los huesos sean resistentes y duros.
- 30% de materia orgánica (proteínas, carbohidratos y grasas) → provee al hueso de elasticidad, lo que evita que el hueso se fracture.
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Tipos de huesos:
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- Largos → fémur (es el que va de la rodilla a cadera), húmero (del hombro a codo)
- Cortos → tarso (está en los pies) y carpo (en las muñecas). Tienen forma de cubo.
- Planos → cadera, esternón, costillas, escápula, cráneo.
- Irregulares → vértebras.
- Sesamoideos (no, no viene del sésamo) → Es aquel hueso formado por tendones, como, por ejemplo, la rótula.
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Voy bien, ¿no? 4 nociones y al menos así sabrás un poquito más.
Función de los huesos:
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- Soporte → Sin ellos, seríamos como las babosas, medusas, gelatina…
- Producción de células sanguíneas.
- Movimiento del cuerpo → para que haya movimiento, se necesitan músculos. Éstos se sujetan a los tendones gracias a los huesos, ¿a qué no lo sabías?
- Protección de órganos vitales (el cráneo protege el cerebro, así como la caja torácica, el corazoncito y los pulmones)
- Almacenamiento de minerales → como el calcio y el fósforo.
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¡Ala, listo! Si quieres saber un poco más porque he resumido demasiado, Wikipedia te ayudará. Venga va, también puedes preguntar abajo del artículo y te contesto (soy un poco más divertida que “la wiki”).
Y con este punto, acaba la clase rápida de anatomía para empezar a contarte cómo el yoga está implicado en el sistema óseo y en qué nos ayuda. No lo he hecho super tostón, ¿verdad?
Cómo ayuda el yoga al sistema óseo
Para empezar, el yoga ayuda a mantener e incrementar la densidad del hueso. Si, si, no es broma. Ya que, mediante asanas, utilizamos la fuerza de la gravedad con eficiencia. ¿Cómo? Con una correcta alineación. Correcta, no tiene porqué ser una asana avanzada llevada al máximo. Y, además, si esa asana, con la supuesta “correcta” alineación hace que tengas molestias, esa asana no es para ti. Baja nivel o podrá ser más contraproducente que beneficiosa. ¡Hazme caso! Otra cosa para tener en cuenta, la anatomía no es la misma en todos los cuerpos, ¿sí?
Por supuesto, el hueso, al ser un tejido vivo, la densidad no sólo se incrementará con el yoga, sino que todo dependerá del estilo de vida que tengas, el ejercicio que hagas y tu dieta (para mí dieta es comer sano y bien aportando todos los nutrientes, minerales, proteínas… que el cuerpo necesita, no dejar de comer).
Los arcos del pie (te dejo una foto de mis apuntes, espero que lo entiendas. Está en inglés porque me saqué el certificado en Namasté Yoga India School), nos ayudan, sobre todo, en las asanas de balances. Es muy importante que todos los arcos estén en contacto con el suelo para una mayor estabilidad.
A – B → transverso anterior
B – C → longitudinal lateral
A – C → longitudinal medio
El Yoga también ayuda a fortalecer las articulaciones como rodillas y cadera.
La rodilla es una articulación en bisagra, trabaja la extensión y la flexión. Y está muy presente en la práctica de asanas. Hay que tener mucho cuidado, porque aquí sí que una mala alineación puede hacerte más mal que bien.
También es importante tener unos músculos fuertes para que sujeten bien esta articulación. Si hay deficiencia muscular, afectará a los cartílagos, meniscos, tendones. Las dolencias más comunes en las rodillas son la rotura de menisco, bursitis, desplazamiento de rótula o desgaste de cartílago.
Hay que tener en cuenta que, cuanta más flexión, más tensión sufrirá la rodilla, sobre todo los meniscos, por lo que hay que ir progresando poco a poco para proteger la rodilla.
En posturas como los guerreros (Virabhadrasana) es muy importante que la rodilla no sobrepase el tobillo. Tienen que estar alineados.
En asanas de equilibrio, la rodilla está en extensión, por lo que la tensión del cuádriceps tiene que estar muy presente porque mantiene la rodilla estabilizada.
Seguimos con la cadera. Otra de las articulaciones super presente en la práctica de asanas. Es una articulación esférica, vamos que se mueve de muchas maneras. Flexión, extensión, abducción, aducción, rotaciones internas y externas. Completita, ¿eh?
Abajo te dejo otra foto de mis apuntes (sé que la estabas esperando) y los músculos implicados en cada movimiento.
Otro punto importante que aclarar es diferenciar cadera y pelvis. La cadera es la articulación que permite el movimiento con el fémur, mientras que la pelvis es la estructura ósea. La pelvis puede moverse de arriba abajo, en retroversión y anteversión.
Aquí es muy importante tener en cuenta tu anatomía. Hay personas que pueden tener más apertura de caderas y otras no, pero eso ya depende de la forma anatómica de tus huesos. Por mucho que te esfuerces en la apertura, el yoga te ayudará a mejorar la apertura ayudando a relajar la musculatura, pero debes tener en cuenta que puede que no llegues a abrirte del todo.
Yo he ganado muchísima flexibilidad tanto en las piernas, como en los hombros, en la espalda, pero soy consciente que tengo unas limitaciones y no se me ocurriría forzar. Prefiero no llegar, que no poder practicar.
Para acabar con este “peazo” de artículo, sé que te ha gustado, me gustaría decirte que el yoga ayuda a proteger el sistema óseo ya que puede prevenir lesiones ya que mantiene las articulaciones lubricadas y trabajas con todo rango de movimientos.
