En mi experiencia de años como profesora y practicante (eterna alumna) de yoga he observado que los alumnos, en general, solemos estar distraídos en clase.(sobre todo cuando eres principiante o llevas poco tiempo practicando). Cualquier estímulo a nuestro alrededor, especialmente visuales, nos roba la atención. De esto va el Drishti, la mirada en yoga. Qué es y cómo aplicarlo son la clave para estar más centrados en nuestra práctica.
¿QUÉ ES EL DRISHTI, LA MIRADA EN YOGA?
Ya sabéis que me encanta lo de las definiciones de las «palabrejas del yoga» en sánscrito y en plan diccionario, jeje. Pues hoy no iba a ser menos. Vamos allá! En sánscrito la raíz «Dris» significa ver, pero la traducción más común es «punto de enfoque». Dentro del contexto de la práctica de yoga se refiere a la dirección en que se mira durante la ejecución de una asana.
El tercer pilar que sostiene una postura de yoga, después de la respiración y las cerraduras energéticas (Bandhas), es el Drishti. Así, seguramente recordarás en alguna de tus clases a tu profesor/a indicándote el punto en el que debes fijar tu mirada; por ejemplo en las posturas de equilibrio buscar un punto fijo en el suelo, pues esto es el Drishti.

Garudasana, postura de equilibrio del Águila
Es cierto que, en general, las asanas requieren muchos ajustes en tu cuerpo y los detalles del profe pueden ser infinitos: los pies, las manos, los hombros, la respiración, el abdomen… y ahora también la mirada. Uf! Parece imposible recordar y controlarlo todo, verdad?. No te agobies, respira y poco a poco y con el tiempo verás que te resultará fácil ir integrando las indicaciones que se te dan. Incluso las harás inconscientemente, sin que te las digan.
CÓMO INFLUYE EL DRISHTI EN NUESTRA PRÁCTICA DE YOGA
El yoga busca cultivar la presencia y conciencia en el «aquí y ahora» en todo momento. Incluyendo el Drishti en tu práctica aprenderás a distraerte menos y profundizar cada vez más en tus clases. Mirando al Drishti enfocamos la mente y llevamos la concentración al interior y así no distraernos con lo que sucede afuera.
Realmente el Drishti no es la mirada física, la verdadera «mirada» se dirige hacia dentro. Nos valemos de esta herramienta, de focalizar nuestra atención en algo externo para sentir lo que ocurre dentro. Dicho de otra manera: se trata de observar afuera para mirar hacia dentro.
Uno de los propósitos de la práctica de yoga es lograr concentración mental. Se necesita estar consciente, con todos tus sentidos atentos en la postura, sin la distracción de mirar cómo le sale la postura al compañero, el modelito que lleva la de al lado o mirar la hora en el reloj de la pared. No pasa nada, eso nos ha pasado y nos pasa a todos. Lo importante es recordar focalizar nuestra atención cada vez que esto te ocurra.
El Drishti nos ayuda a crear un equilibrio interno y externo de la práctica. Por ejemplo mirar fijamente durante una asana la punta de la nariz hará que enfoques la mente y alcances una gran concentración. Esta concentración hace referencia a la concentración Dyana, uno de los 8 pasos o ramas del Yoga de Patanjali y que todo yogui debe seguir.
El Universo nos ha bendecido con nuestros ojos y el sentido de la vista, que nos permite admirar la belleza en todas las cosas. Pero debemos aprender a utilizar este sentido no sólo para mirar con los «ojos físicos»(ver lo que tenemos delante o a nuestro alrededor), sino a mirar para dentro, incluso aquello que con los ojos no podemos ver.
Los ojos son una parte activa del asana y si los enfocamos de manera adecuada, en puntos determinados, conseguiremos centrar la Energía Vital o Prana y atraerla hacia dentro.
Allá donde van tus ojos se dirigirá tu atención.
CÓMO APLICAR EL DRISHTI
Como hemos visto en la práctica de asanas el Drishti consiste en mantener la direccción de la mirada quieta en un punto. La «mirada» debe ser suave y relajada, asegúrate de relajar los músculos o zonas que intervienen en ella como los ojos, el entrecejo, no apretar los dientes o mandíbulas…
Para que esto suceda debemos prestar atención a los músculos o partes del cuerpo que intervienen en el asana y sostener la postura intentando no poner tensión en las que no participan.
Resumiendo: la Drishti externa o mirada debe mantenerse suave, la Drishti interna se centra en la respiración y las sensaciones que se perciben en el cuerpo y la mente atiende a la postura.
Drishtis Principales
En cada asana podemos aplicar al menos 1 o 2 focos de atención. Aquí te comparto algunos delos más utilizados, sobre todo en la práctica de Ashtanga Yoga.
- URDHVA O ANTARA DRISHTI: durante la asana se dirige la mirada hacia arriba o al cielo. Un ejemplo puede ser en Uttihta Trikonasana o postura del Triángulo.
- BROOMADHYA O AJNA CHAKRA DRISHTI: mirada en el entrecejo, punto entre tus cejas o tercer ojo (donde se sitúa Ajna Chakra). Se utiliza sobre todo en la práctica de algunos pranayamas como «Anuloma Viloma».
- NASAGRAI DRISHTI: mirando a la punta de la nariz
- PARSVA DRISHTI: mirada hacia atrás o por encima del hombro, por ejemplo en las asanas de torsión.
- ANGUSTHA MA DYAI: mirar al dedo pulgar de la mano
- HASTAGRAI: mirada hacia una o ambas manos como por ejemplo en Virabhadrasana II o postura del Guerrero II.
- NABI CHIAKRA: mirada hacia el ombligo.
- PADHAYORAGRAI: foco o mirada al dedo gordo del pie. Un ejemplo es durante la postura de la pinza o Paschimottanasana.

Padhayoragrai en Paschimottanasana o Postura de la Pinza
¿SE PUEDE APLICAR EL DRISHTI FUERA DE LA ESTERILLA?
La respuesta es: por supuesto que sí, existen otras formas de utilizar el Drishti en nuestro camino espiritual o de autoconocimiento.
El drishti también es una herramienta muy útil en las prácticas meditativas. En la mayoría de los casos será un Drishti interno pero también existen técnicas específicas existen en meditación para trabajar con los ojos. La «Meditación Trataka» utiliza el trabajo activo con los ojos para alcanzar la conexión con el interior y al mismo tiempo es una técnica de limpieza visual. Te dejo aquí un enlace por si quieres saber más acerca de esta meditación.
Es posible también aplicar los Drishtis a nuestra conducta. Estamos muy influenciados por nuestra cultura, educación, sociedad, medios de comunicación, etc… Nos dejamos llevar por aquello que vemos con nuestra «mirada» externa y es entonces cuando aparecen los prejuicios, las etiquetas, las falsas creencias… Las apariencias nos dan muy poca información de la realidad, llevar la mirada hacia dentro nos hace ser más abiertos e intuitivos. El verdadero yogui ve el mundo tal como es, aceptándolo y reconociendo algo divino en todas las cosas.
GRACIAS. NAMASTÉ