Seguro que recuerdas en tus primeras clases de yoga algún momento de agobio por no poder controlarlo todo: la respiración, la alineación, la verticalidad de la columna…y para colmo el equilibrio. Las posturas de equilibrio suelen resultar difíciles, sobre todo al principio. Hoy te propongo algunos consejos para saber cómo dominar las posturas de equilibrio. O al menos intentarlo, jeje.
¿POR QUÉ ES IMPORTANTE EL EQUILIBRIO EN YOGA?
En yoga toda acción siempre va enfocada a encontrar equilibrio. Equilibrio mental, emocional, energético, etc…El equilibrio o balance es sinónimo de salud física y mental.
Cuando trabajamos el equilibrio en yoga adquirimos estabilidad, tranquilidad y concentración. Estos factores se pueden aplicar en nuestra vida diaria ayudándonos a llevar mejor las situaciones que se nos presentan. Nos ayudan a ser más neutrales y más calmados, por ejemplo a la hora de tomar decisiones.
Según las leyes de la Física, logramos mantenernos en una asana de equilibrio cuando el eje de nuestro cuerpo se alinea con el campo de gravedad de la Tierra. En tramos en equilibrio con una fuerza fundamental de la naturaleza. Para conseguir esto se necesita de un cierto esfuerzo físico (a nivel muscular) pero también esfuerzo mental: concentración y cierto control de nuestros pensamientos. Así se alcanza el balance absoluto.
FACTORES QUE INTERVIENEN EN EL EQUILIBRIO
Consideremos tres factores importantes que intervienen a la hora de mantener una asana de equilibrio:
- ALINEACIÓN: del eje de nuestro cuerpo con el centro de gravedad de la Tierra.
- FUERZA: mantener nuestros músculos fuertes nos da el poder de mantenernos en la postura sin derrumbarnos como si nuestro cuerpo fuera de mantequilla.
- CONCENTRACIÓN: centrar nuestra atención en nuestro cuerpo y en la asana sin distracciones es también indispensable para sostener el balance.
Aparentemente, es común pensar que se necesita mucha fuerza muscular para realizar ciertas asanas de equilibrio como Virabhadrasana III Guerrero III, pero creo que casi son más importantes otros factores para permanecer en la postura. Compensar o repartir el peso del cuerpo es el primer paso para después buscar la alineación del eje del cuerpo con el centro de gravedad.

Virabhadrasana o Guerrero III.
CÓMO DOMINAR LAS POSTURAS DE EQUILIBRIO. PASOS A SEGUIR
1. Establecer una base firme.
Dependiendo del tipo de postura la base pueden ser tus pies, tus manos, los isquiones…Debes mantener esta base firmemente anclada al suelo, como si fueran raíces que la fijan a la Tierra y activar los músculos que intervienen. Por ejemplo: si la base son los pies activaremos los músculos de los tobillos y las piernas y si la base son las manos activaremos la musculatura de las muñecas, brazos y hombros.
2. Respirar con fluidez
Muchas veces cuando realizamos una actividad que requiere esfuerzo y concentración tendemos a retener o aguantar la respiración. Pues esto en las asanas de equilibrio pasa mucho. Te ha pasado verdad?, a casi todos. No pasa nada, no te tortures por eso. Sólo sé consciente de ello e intenta respirar por la nariz lo más fluido y profundo que puedas.
3. Activa tu centro
Para lograr el equilibrio una de las partes más fundamentales es mantener activa la fuerza del «centro». En yoga cuando nos referimos al «centro» (también llamado «Core») se trata de contraer ciertos grupos musculares llamados también «Bandhas» que concentran la energía. Te dejo aquí el enlace a otro artículo de la web donde se habla en detalle acerca de los «Bandhas». En concreto se han de activar Udiyyana Bandha y Muladhara Bandha o los cierres del abdomen y el periné, repectivamente. Aplicando la contracción muscular y energética de estas dos zonas (periné-suelo pélvico y abdomen) encontrarás la fuerza para conseguir la asana.
4 .Controla tus pensamientos
No podemos eliminar nuestros pensamientos, están siempre ahí. Lo más importante es que no les prestes atención. Intenta enfocarte en tu respiración, la atención en un punto (en yoga le llamamos «Drishti») y la contracción del «centro».
5. No pasa nada si te caes
Es normal sentir un poco de miedo y frustración cuando te caes y no logras mantener la postura. Suelta las espectativas y ríete de ti mismo como un niño que aprende a montar en bici. Si te caes vuelve a intentarlo, con paciencia al final lo dominarás.
6. Utiliza tu imaginación
Parece una tontería , pero la herramienta de la visualización es poderosísima y ayuda muchísimo. Si haces la postura del Árbol imagina que eres un árbol plantando el pie en el suelo como si tuviera raíces y tus brazos fueran las ramas que se elevan al cielo; si haces la postura del «Cuervo» imagina que puedes ver oír y sentir como él lo haría.

Bakasana o postura del «Cuervo»

Vrskasana o postura del Árbol
CÓMO APLICAR ESTOS CONSEJOS EN LA PRÁCTICA
A mis alumnos/as en las clases suelo ponerles un ejemplo que creo que a ti también te ayudará a entenderlo mejor. Imagina una asana de equilibrio de pie como por ejemplo Vrskasana o el Árbol». Primero debemos dejar el peso de nuestro cuerpo sobre una de las dos piernas al tiempo que anclamos la bien al suelo y activamos su musculatura. Después vamos despegando el otro pie del suelo y aquí es cuando comenzamos a buscar el equilibrio intentando apoyar el pie en la parte interna de la pierna anclada al suelo. Imagina o visualiza que el coxis o la base de tu columna es como un péndulo que empieza girar o tambalearse buscando un punto donde quedarse quieto. Al buscar la concentración de nuestra mente y activando los Bandhas (cierre del suelo pélvico y abdomen) conseguimos que el péndulo se detenga, tu cuerpo deja de tambalearse alineando el eje del cuerpo (en este caso tu columna) con el centro de gravedad de la Tierra. Ahí es donde ocurre la «magia del equilibrio»
BENEFICIOS DE LAS POSTURAS DE EQUILIRIO
Aunque las asanas de equilibrio, en ocasiones, pueden generar rechazo (sobre todo cuando nos cuestan o no podemos lograrlas) vale la pena incluirlas en nuestra práctica porque aportan muchos beneficios a nuestro organismo.
- Aportan seguridad interior
- Nos ayudan a estabilizar nuestro equilibrio emocional
- Fortalecen nuestros tobillos y pies
- Fortalecen los músculos más internos y profundos (Core)
- Mejoran la atención y concentración
- Reducen el estrés y la ansiedad
- Aumentan el nivel de conciencia corporal
- Mejoran el funcionamiento del sistema nervioso.
CONSEJOS O «TIPS» PARA LOGRAR LOS EQUILIBRIOS
-Asegúrate que la base o superficie sobre la que te sostengas sea firme y nivelada. Por ejemplo: si usas una esterilla demasiado gruesa o acolchada puede que tus pues o manos se hundan y no tengas estabilidad al realizar las asanas.
-Mantén la mirada suave y fija en un punto.
-Puedes apoyarte en una pared o silla y a medida que vayas controlando ir alejándote de ella
-Flexiona la rodilla de la pierna base y ve estirándola poco a poco conforme te sientas seguro en el balance.
-Agarra con tus yemas de los dedos (de pies o manos) la esterilla como si tuvieran ventosas. Ayuda imaginar que quieres coger algo con las manos o pies, por ejemplo: la arena de la playa con los dedos de los pies.
-Abre los brazos en cruz cual equilibrista hasta que logres quedarte inmóvil.
Si te apetece poner en práctica todo lo que te he contado en una clase de yoga, te comparto esta de mi canal de Youtube.
Para terminar, un último consejo y el más importante: sé paciente y amable contigo mismo. Todo en la vida y en yoga lleva un proceso y un aprendizaje. Lo más importante es disfrutar del proceso y del camino.
NAMASTÉ. OM SHANTI