Qué es el método Iyengar
Debe su nombre al maestro Bellur Krishnamachar Sundaraja Iyengar (B.K.S Iyengar). Forma parte de la tradición del hatha yoga y se caracteriza por ser un estilo que busca la correcta alineación del cuerpo.
Iyengar llegó al yoga siendo un adolescente enfermo que necesitaba fortalecerse, es por esto que el estilo que desarrolló pone gran énfasis en el uso terapéutico de las posturas y la respiración para aumentar la salud y el bienestar.
“Estoy tan agradecido de lo que el yoga ha hecho en mi vida, que siempre busco compartirlo” .Iyengar
Se centra mucho en los detalles y la precisión en los asanas, prestando gran atención a la colocación de la columna, los hombros, las caderas y los pies.
Se utilizan diversos objetos y soportes que facilitan la práctica y ayudan a adaptar las posturas a la anatomía de cada cuerpo: sillas, ladrillos, mantas, cuerdas y cinturones son los más habituales.
Este rasgo hace que la práctica sea muy accesible para cualquier persona. Además se estructura de tal manera que permite a todo el mundo progresar con seguridad.
Por tanto, el estilo Iyengar es perfecto tanto para principiantes como para alumnos más avanzados que quieran profundizar en los asanas y en técnicas de respiración.
Historia
Iyengar en su niñez
B.K.S. Iyengar nació el 14 de diciembre de 1918 en Bellur, un pueblo situado en el suroeste de India. En ese año hubo una gran pandemia de gripe conocida como «gran gripe o gripe española», que causó decenas de millones de muertos en todo el mundo. Ya desde su nacimiento fue un niño enfermo , débil y mal nutrido. También sufrió malaria, tifus y tuberculosis. Cuando tenía 9 años su padre murió de apendicitis, un hecho que a los occidentales nos puede parecer extraño. No fue la única muerte en la familia, ya que tres de sus tres hermanos murieron antes de llegar a la vida adulta.
Su primer contacto con el yoga
A los 15 años se fue a vivir a Mysore a casa de su cuñado, Sri Tirumalai Krishnamacharya (1888-1989), considerado el padre del yoga moderno.
Krishnamacharya fue maestro de yoga del marajá de Mysore, y fundó en su palacio una escuela de yoga en la que además de su joven cuñado también se formaron sus discípulos K. Pattabhi Jois, Indra Devi, y su propio hijo T.K.V Desikachar. Por tanto hoy en día es difícil encontrar un estilo de yoga cuya base no beba de las enseñanzas de Krishnamacharya.
Pese a que el estado de salud de Iyengar mejoró mucho con la práctica de yoga, siempre fue el alumno más débil. Esto hacía que Krishnamacharya fuera muy exigente con él, hasta el punto de prohibirle comer hasta que dominará determinada postura. La alta exigencia y dureza empleadas por su maestro tuvieron un profundo efecto en él, haciendo que Iyengar se convirtiera también en un maestro muy exigente.
De alumno a maestro

B.K.S. Iyengar
A los 18 años se separó de su maestro y se mudó a Pune, una ciudad cerca de Bombay. Allí practicaba las enseñanzas de Krishnamacharya con gran esfuerzo y dedicación, llegando invertir incluso 10 horas al día. Gracias a eso desarrolló gran conocimiento y conexión con su cuerpo, lo qué más tarde le valdría para convertirse en uno de los yoguis más influyentes del mundo.
En 1943 se casó con Ramamani y tuvieron seis hijos. Con el tiempo se convirtió en profesor de yoga de grandes personalidades, entre los que destaca el celebre violinista Yehudi Menuhin que le introdujo en Occidente. El músico tenía problemas para dormir y descansar bien, además de otros relacionados con los huesos. Tanto le ayudó el yoga de Iyengar que tiempo después, Menuhin regaló a Iyengar un reloj con la inscripción «A mi mejor profesor de violín, B.K.S Iyengar».
En 1956 viajó por primera vez a Estados Unidos, y en este país público en 1966 su gran éxito «Luz sobre el Yoga». En él se recogen años de práctica, conocimientos y filosofía del yoga de Iyengar. Junto con sus anteriores enseñanzas, este libro se encargó de colocar el yoga en todos los rincones de Occidente y del mundo.
«El yoga es una luz, y una vez encendida, nunca se atenuará. Cuanto mejor es la práctica, más brillantes la llama.» Iyegar
Su legado
En 1975 fundó en memoria de su esposa un instituto de enseñanza e investigación sobre el Yoga en Pune: el «Ramani Iyengar Memorial Yoga». Nueve años más tarde, en1984, se retiró como profesor de yoga, aunque siguió dando clases especiales y charlas. Desde su apertura, el Instituto ha recibido a miles de estudiantes de todas partes del mundo. Hoy en día, uno de los requisitos para poder optar a sus enseñanzas es haber estudiado un mínimo de 8 años y su lista de espera es de unos 2 o 3 años.
Durante mucho tiempo, la vida de Iyengar se centró en aprender más sobre el Yoga y difundir su forma de entenderlo. Su día entero giraba alrededor del yoga. En diversas entrevistas, ya con 90 años, Iyengar afirmó que seguía practicando 3 horas diarias de asanas y otra hora de pranayama (ejercicios de respiración).
Cómo es una clase de Iyengar
En las clases de Iyengar se realizan menos posturas de yoga que en otros estilos y no hay tanto movimiento ni fluidez en la secuencia. Se dedica mucho tiempo a establecer y perfeccionar el asana, buscando una alineación correcta y gran precisión. Además, las posturas se mantienen durante largo tiempo para un máximo beneficio, profundizando en su correcta ejecución y en la adecuación de la respiración. Como se pone mucho énfasis en adaptar la práctica a las peculiaridades de cada alumno y a sus necesidades, resulta altamente terapéutica.
Las clases de Iyengar pueden ser realizadas por cualquier persona, ya que al utilizar apoyos y accesorios de ayuda los asanas se vuelven un poco más accesibles de realizar que en otros estilos. Estos instrumentos ayudan también a aumentar la precisión con la que los estudiantes realizan las diferentes posturas, pudiendo usarse por ello no sólo para facilitar sino también para aumentar la intensidad de la práctica.
Los cuatro rasgos más característicos de las clases de Iyengar:
1- La precisión a la hora de realizar las posturas poniendo gran énfasis en el alineamiento y en adaptarlas anatómicamente a cada alumno.
2- El uso de soportes para lograr el alineamiento: sillas, bloques, cinturones, Mantas. Tanto si la persona está sana como si tiene alguna dolencia o impedimento, estas ayudas sirven en el propósito de realizar una práctica altamente precisa y terapéutica.
3- La secuencia de posturas se organiza de tal manera que se consiguen determinados efectos o impacto en el cuerpo y en la mente.
4- Las posturas se mantienen durante bastante tiempo, adquiriendo así gran intensidad. Se considera que los efectos de los asanas no son inmediatos, que hay un tiempo de gestación y de maduración en la postura para que los efectos sean integrados a nivel fisiológico, orgánico, nervioso, y mental.
El árbol del Yoga:
Los ocho pasos descritos por Patanjali en los Yogasutras se reflejan en la práctica de Iyengar. Él mismo en su libro » El Árbol del yoga» hace una analogía entre los miembros del árbol que debemos hacer crecer con nuestra práctica, y las 8 partes del ashtanga:
Yama – la raíz
Niyama – el tronco
Asana – las ramas
Pranayama – las hojas
Pratyahara – la corteza
Dharana – la savia
Dhyana – la flor
Samadhi – el fruto
Beneficios
Según Iyengar, una práctica regular de yoga siguiendo su método te ayuda a:
- Aumentar la energía.
- Mejorar la concentración y atención.
- Aumentar la propiocepción.
- Corregir la postura y aliviar los dolores asociados a ella.
- Liberar tensión emocional.
- Mejorar la salud física y psicológica.