Matsya significa pez en sánscrito, y asana significa postura. Por tanto matsyasana se traduce como “postura del pez”.
El nombre de esta postura tiene un origen mitológico y sagrado. Matsya es uno de los avatares del dios hindú Vishnu, es decir, una de las formas que adopta.
Según cuenta la historia narrada en los vedas y en el Mahabharata, Matsya rescató a Manu, el primer hombre, de un gran diluvio.
En el mito, Brahma, el dios creador del universo, entró en un profundo sueño, y al quedar el mundo descuidado se llenó de diluvios e inundaciones.
Pues entonces cuando el dios Vishnu decidió adoptar el avatar del pez, Matsya Para avisar a mano, el primer hombre. Transportó a él, a su familia, y a los siete grandes sabios y los salvó del diluvio. De este modo, se dice que salvo también los Vedas.
Tipo de asana
Se trata de una postura de extensión o arqueo de columna en la que abrimos el pecho hacia el cielo.
La columna se arquea y la cabeza se echa hacia atrás adoptando una postura aerodinámica.
Matsyasana nos invita a hacer respiraciones completas, largas y profundas.
Es una postura simétrica, por lo que cuando la practicamos, tanto el lado izquierdo de nuestro cuerpo, como el derecho, hacen el mismo trabajo.
Suele utilizarse como contrapostura de salamba sarvangasana, la postura de la vela, ya que neutraliza y compensa la posición del cuello y del resto de la columna. Es especialmente habitual encontrarlas juntas en las prácticas de ashtanga.
Cómo realizar matsyasana correctamente
Si bien no existe la postura perfecta, y no es algo que deba obsesionarnos, si que hay una serie de pasos clave que nos ayudarán a obtener todos los beneficios de la postura del pez.
Cómo entrar en matsyasana
1 – Empezamos tumbados boca arriba con los brazos extendidos a lo largo del cuerpo.
2 – Orienta las palmas de las manos hacia el suelo.
3 – Para que te resulte más fácil, puedes meter un poco los brazos bajo el cuerpo. Gira ligeramente hacia un lado y mete un brazo debajo del cuerpo. Gira ligeramente hacia el otro lado y mete el otro brazo.
4 – Una vez que ambos brazos están bajo el cuerpo, con las palmas de las manos hacia el suelo, junta las piernas y activa pies y piernas. Los dedos de los pies se alejan del cuerpo.
5 – Empuja con los codos en el suelo flexionándolos y aprovechando esa acción de palanca para elevar el pecho.
6 – Mientras mantienes el pecho elevado, deja que la cabeza caiga suavemente hacia atrás hasta apoyar la coronilla en el suelo.
7 – Se puede variar la posición de las piernas y colocarlas en mariposa o en loto.
8 – Otra variante, muy practicada en ashtanga consiste en elevar piernas y brazos en diagonal mientras mantienes el pecho abierto y elevado y la coronilla apoyada formando el arco.
Cómo mantener la postura del pez:
- Mantén la postura al menos 20-30 segundos.
- Comprueba que la cabeza está bien apoyada y que no estás comprimiendo el cuello.Si es necesario, reduce un poco el arqueo.
- Es fundamental continuar empujando con los codos en el suelo para mantener el pecho alto y abierto.
- Respira profundamente sintiendo cómo se expande tu caja torácica y creando espacios.
- No te olvides de las piernas, los pies y los deditos, mantenlos activos.
Cómo salir de matsyasana:
1 – Para salir sin hacernos daño es importante que antes de nada empujes con los codos en el suelo para elevar un poquito el pecho y sacar y elevar la cabeza.
2 – Una vez liberada la cabeza, vuelve a apoyar la espalda en el suelo lentamente, vértebra a vértebra.
3 – Libera los brazos y sacúdelos si lo necesitas.
4 – Gira el cuello si te apetece y quédate un par de respiraciones tumbada relajando los músculos y disfrutando conscientemente de los beneficios obtenidos en la postura.
Beneficios de matsyasana:
- Alivia la rigidez de los músculos del cuello y los hombros.
- Expande la caja torácica favoreciendo la respiración profunda.
- Estimula la región lumbar, dorsal y cervical.
- Flexibiliza la musculatura del pecho.
- Estira y estimula los músculos del vientre, los órganos internos y la garganta.
- Mejora la postura.
- Al favorecer la capacidad pulmonar es especialmente beneficiosa en problemas respiratorios como el asma.
- Abres el chakra del corazón, dirigiendo tu energía vital hacia el cuello y los hombros.
- Activas por tanto vishuddha chakra, el chakra de la garganta.
Contraindicaciones:
Ante cualquier duda, consulta a tu profesor de yoga y a tu médico.
No es recomendable realizar matsyasana en los siguientes casos:
- Si padeces problemas cervicales.
- Si tienes la presión arterial alta.
- En casos de glaucoma ocular.
- Si padeces infección de oídos.
- Tampoco es recomendable si padeces mareos.
- En caso de dolor de ojos.
- Si estás con migraña.
- Si sueles padecer insomnio no hacerla antes de acostarte.
Adaptaciones:
- Si tienes problemas de cervicales y no puedes usar la cabeza como punto de apoyo, puedes ponerte un almohadón bajo la zona alta de la espalda, entre el cuello y la espalda media. De esta manera, la caja torácica queda elevada, el pecho se abre, y la cabeza cae hacia atrás sin forzar.
- Otra alternativa consiste en simplemente pasar los brazos por detrás de la cabeza y agarrarte los codos. Puedes ponerte una manta bajo los brazos si así lo prefieres.
- Puedes cambiar la posición de las piernas y flexionar las rodillas o ponerlas en mariposa. Esta última variante no es recomendable en casos de ciática o lumbago.