La traducción literal de vrksasana o vriksasana es “postura del árbol”.
Vrksa significa árbol en sánscrito, y asana, postura.
Es una de las posturas más famosas.
Dicha fama no se debe sólo a que se practica con mucha frecuencia en las clases de yoga, sino también a que multitud de personas en todo el mundo, yoguis y no yoguis, se fotografían haciéndola.
Realizar esta postura cuando salimos a la naturaleza va mucho más allá de la belleza estética.
En vrksasana el pie de apoyo nos enraiza al suelo, los brazos nos conectan con el cielo, y la mente está en calma y equilibrio. Es una postura perfecta para conectar con el entorno.
Tipo de asana
Se trata de una postura de equilibrio y asimétrica, es decir, primero se realiza por un lado y luego por el otro.
El pie de apoyo es como las raíces del árbol, que nos mantiene firmes y anclados al suelo.
La columna se mantiene larga, creciendo hacia arriba como el tronco de un árbol.
Y los brazos pueden adoptar distintas posiciones, igual que las ramas.
Cómo realizar vrksasana correctamente
Si bien no existe la postura perfecta, y no es algo que deba obsesionarnos, si que hay una serie de pasos clave que nos ayudarán a obtener todos los beneficios de la postura del árbol.
Cómo entrar en vrksasana
1 – Puedes empezar desde tadasana, la postura de la montaña. Coloca los pies a la anchura de las caderas y los brazos relajados a los lados. Esto te dará más estabilidad y te será más fácil construir el equilibrio.
2 – Busca un buen apoyo de los pies, distribuyendo el peso por toda la planta. Abre los dedos de los pies en abanico y enráizate. Comprueba que la pelvis está encima de los tobillos, ni adelantada y atrasada.
3 – Ve lentamente llevando todo el peso del cuerpo hacia el pie izquierdo, activando bien el tobillo, la rodilla y los muslos.
4 – Flexiona la rodilla derecha y coloca la planta del pie derecho en la cara interna de la pierna izquierda.
A cualquier altura menos a la de la rodilla: en el muslo, la pantorrilla o el tobillo.
Cuanto más baja, más fácil será el equilibrio.
Te puedes ayudar agarrando previamente tu pie derecho con la mano y colocándolo cuidadosamente sobre la otra pierna.
Otra alternativa es colocar la pierna flexionada en medio loto, llevando el empeine del pie hacia la ingle de la pierna contraria.
5 – Lleva la mirada, el drishti, hacia el frente y busca un punto fijo. Esto te ayudará a mantener la concentración y tener más equilibrio.
6 – Alinea bien las caderas llevando el centro del peso de la pelvis sobre el pie izquierdo.
6 – Coloca las manos juntas frente al pecho en anjali mudra, o extiende los brazos hacia arriba como las ramas de un árbol.
Otra opción es mantener los brazos hacia arriba e inclinarse lateralmente hacia la pierna flexionada, como un árbol mecido por el viento.
7 – Presta atención a tu respiración, ayudando a tu mente a estar concentrada y reducir el flujo de pensamientos.
8 – Si te sientes cómodo, puedes probar a cerrar los ojos y trabajar tu mirada interna en el equilibrio.
Cómo mantener la postura del árbol:
- Mantén el drishti, la mirada siempre en un punto fijo en el frente, no justo en el suelo. Tu cuerpo va en la dirección el la que va tu mirada.
- Activa bien los tobillos y las piernas, ayudándote a mantenerte firme y estable.
- Ambas caderas apuntan hacia el frente manteniendo la pelvis equilibrada.
- Con cada respiración aprovecha para crecer. Alarga la columna y crea espacio entre las vértebras.
Cómo salir de vrksasana:
1 – Si has extendido los brazos hacia arriba, lleva las manos juntas hacia el pecho en anjali mudra.
2 – Manteniendo el equilibrio, ve bajando el pie lentamente. hasta volver a tener dos puntos de apoyo.
3 – Suelta y relaja la musculatura.
4 – Prepárate para repetir la postura del árbol, ahora con el pie derecho apoyado.
Beneficios de Vrksasana:
- Nos ayuda a afianzar la posición de los pies en el suelo y a ser conscientes de la distribución del peso.
- Fortalece los tobillos y el arco plantar, ayudando a reducir los pies planos.
- Mejora la concentración y el equilibrio.
- Relaja el sistema nervioso.
- Te conecta con la tierra y contigo mismo.
- Rompe el flujo de pensamientos, ya que las fluctuaciones mentales te hacen perder el equilibrio.
Contraindicaciones:
- No está recomendada para personas con problemas de rodilla que no puedan cargar peso sobre ella.
- No es aconsejable si sueles padecer vértigos de oído o mareos, ya que está estrechamente relacionado con el equilibrio.
- Las personas con presión arterial alta no deben subir los brazos hacia el cielo.
Adaptaciones:
- Si cuesta mucho el equilibrio, puede realizarse apoyando una mano o un codo en la pared.
- Si apoyas el pie de la pierna flexionada a la altura del tobillo del pie de base, o cerquita, es más fácil mantener el equilibrio.
- Otra opción que ayuda a tener más equilibrio es colocar las manos a la altura de las caderas en vez de en anjali mudra o hacia arriba.
- Si hay algún problema de cadera, se puede dirigir la rodilla flexionada hacia delante en vez de hacia el lateral.
El equilibrio es algo que mejora rápidamente con la práctica
En cuanto nuestros tobillos están más fuertes y estables nos cuesta mucho menos.
Pero sobre todo, lo que más influye es la concentración. Entrar en la postura con calma y concentrarse en la respiración, dejando a un lado el ritmo frenético de pensamientos.
Si estás pensando en que te vas a caer, te caerás, y no pasa nada, si pierdes el equilibrio, vuelve a construir la postura poco a poco y sin prisa.
Aun así, hay días que nuestra mente está más agitada que otros y nos cuesta más.
Por ejemplo, solemos tener más equilibrio a primera hora por la mañana porque nuestra mente está más pausada.
En cambio, por la tarde, después de todo el día haciendo cosas, es probable que cueste más.