Durante o después de una clase de yoga pueden aflorar y liberarse emociones. Algunas personas experimentan alegría o ganas de llorar o en ocasiones una extraña sensación, incluso confusión. Hoy hablaremos de cómo trabajar tus emociones con yoga. Saber entenderlas, aceptarlas y liberarlas es esencial para nuestro bienestar.
¿QUÉ SON LAS EMOCIONES?
Todo en el Universo es energía, las emociones también lo son. Son impulsos energéticos que generan cambios fisiológicos en nuestro cuerpo. Por ejemplo la tristeza es una emoción que provoca desde falta de ánimo hasta dolencias físicas.
Podríamos decir que son mensajes del cuerpo y de la mente acerca de cómo encajamos las situaciones que se nos presentan en nuestra vida. Las emociones son sobre todo información.
La emociones tienen una duración relativamente corta o podemos definirlas como pasajeras. Pueden durar desde algunos minutos hasta tres días aproximadamente. El problema es que la huella que dejan en nuestro cuerpo suele perdurar más tiempo, desde días hasta años. Algunas emociones se somatizan en zonas de nuestro cuerpo como el cuello, las mandíbulas o las caderas. Más abajo os hablaré más de cómo nos influyen a nivel físico.
Calidad de las emociones.
Normalmente tendemos a etiquetar las emociones como «buenas o malas», cuando en realidad son neutras. No son positivas o negativas, son útiles o perjudiciales.
Podemos dividir las emociones en dos grandes grupos según las sensaciones que nos hacen sentir:
- AGRADABLES: nos transmiten sensación de bienestar, paz interior, equilibran las funciones fisiológicas, respiración tranquila y profunda. Entre ellas están la alegría, el amor o el placer.
- DESAGRADABLES: transmiten malestar, tensión, rigidez física, actitud negativa y respiración agitada. Son ejemplos el miedo, la ira, la rabia, la decepción…
Cómo se genera una emoción.
Me gustaría explicaros, a groso modo, el proceso por el cual se genera una emoción. Mucha gente lo desconoce (yo misma no lo sabía) y resulta curioso e interesante, en mi opinión. Además creo que es necesario para la comprensión total de este artículo.
Una emoción aparece en respuesta a un estímulo, puede ser externo o interno. Por ejemplo la emoción de tristeza aparece tras una situación que nos hace daño (estímulo externo) o al recordar un momento que nos genera malestar (estímulo interno). Ese estímulo genera un pensamiento y dependiendo de nuestro estado de ánimo lo percibiremos de una u otra manera resultando en una emoción. Esto quiere decir que nuestras respuestas emocionales dependen de cómo interpretamos o percibimos lo que nos pasa en el día a día.
Cuando las emociones, por ejemplo la tristeza, tienden a permanecer en el tiempo se transforman en un sentimiento, en este caso la pena.
Cómo nos influyen las emociones
Las emociones son totalmente naturales en el ser humano, constituyen nuestro mundo afectivo y son la forma de relacionarnos con nuestro entorno.
Sabemos que las emociones nos influyen en todos los aspectos: corporal, mental y espiritual. Nuestro bienestar interior o paz interior depende muchísimo de cómo gestionamos o administramos nuestras emociones. Cuando nos dominan pueden ser muy destructivas llegando dañar nuestra salud física y mental.
YOGA Y EMOCIONES.
Veamos ahora qué tiene que ver todo esto con el yoga. Desde el punto de vista del yoga las emociones son actividad que proviene del corazón y los pensamientos provienen de la mente.

Mente-Corazón
En las enseñanzas del Katha Upanishad hay una leyenda que representa el ser humano como un carruaje , los caballos son las emociones, el cochero la mente, el coche nuestro cuerpo y el dueño nuestra verdadera esencia. Por tanto las emociones (caballos) son una parte importante del viaje que pueden ser dirigidas por nuestra mente (cochero), el «kit de la cuestión» está en no dejar que se desboquen y nos controlen a nosotros. Me seguís?
No se trata de mantener todo a raya o hacer como que somos imperturbables y nada nos afecta, al contrario. Es saber reconocer cada emoción cuando aparece (tanto agradables como desagradables), no evadirlas, sentirlas, aceptarlas y dejar que ocurran.
Aquí es donde entra en juego el yoga. La práctica de yoga nos hace aumentar nuestra conciencia, nuestra atención y percepción. Con el tiempo somos más conscientes de cuándo y cómo afloran las emociones y podemos aprender a gestionarlas.
Emociones en clase de yoga
Como profesora, en ocasiones, he sido testigo de cómo algunos alumnos sienten una especie de «liberación emocional» durante la práctica. Esto puede ser sorprendente porque realmente la gente no sabe que una clase de yoga resulta emocionalmente intensa.
Algunas personas sienten que ciertas posturas en ciertos días les hacen sentir frustración, ganas de llorar o sensaciones extrañas que no saben definir.. La asanas o el trabajo físico del yoga ayuda a remover y sacar la superficie emociones guardadas en nuestro subconsciente.
CÓMO TRABAJAR TUS EMOCIONES CON YOGA
El yoga proporciona a la mente una manera de procesar las emociones que enterramos y nos da miedo sentir. Aquello que normalmente no queremos afrontar en nuestra vida diaria, sale a la luz cuando estás en tu esterilla.
Cada vez que estiramos, fortalecemos y abrimos el cuerpo estamos trabajando nuestro sistema energético y esto incide directamente en nuestra mente-corazón (pensamientos-emociones).
Dónde se guardan las emociones en el cuerpo.
Cada tipo de emoción, si no es liberada, tiene tendencia a acumularse en ciertas partes de nuestro cuerpo. Al ayudarnos del yoga y las asanas para trabajar estas partes podemos desbloquear estas emociones estancadas.
A continuación, os cuento de manera general las principales zonas donde se estancan emociones y cómo podemos trabajarlas. Si queréis saber más acerca del mapa emocional en el cuerpo puedes leer otro artículo pinchando aquí.
•CUELLO-TIROIDES: el cuello es la zona por excelencia donde más tensión se acumula. Puede que estés siendo demasiado rígido o inflexible contigo mismo y/o con los demás. Además en la glándula Tiroides se guardan emociones como el rechazo o la humillación provocando problemas como hiper o hipotiroidismo, bocio… Trabaja asanas de flexión o extensión del cuello que te ayuden a liberar tensión y estimular el funcionamiento de la Tiroides. Pueden ser ejemplos La Vela o Sarvangasana o el Pez -Matsyasana.

Sarvangasana o Postura de la Vela

Matsyasana o el Pez
•PECHO-CORAZÓN-PULMONES: La tristeza, la melancolía o la depresión o la depresión tienden a guardarse en los pulmones por eso las personas que la padecen suelen sufrir de ahogos, asma o dificultad para respirar. Por otro lado el corazón es el centro del amor y de la alegría. Así pues, trabajando asanas de apertura de pecho como Ustrasana o el Camello o Purvottanasana dejas que tus sentimientos se expresen y que el cuerpo se abra a respirar mejor y fluya libremente la alegría de vivir, de amar y ser amado.

Ustrasana o Postura del Camello

Purvottanasana
•CADERAS Y PELVIS: Cuando reprimimos emociones como la rabia, la ira o el miedo tendemos a guardarlas en la zona de la pelvis y las caderas. También situaciones de nuestra vida que no han quedado resueltas. Esto provoca rigidez o falta de flexibilidad, como un bloqueo que hace que tus piernas sean como de madera. Podemos trabajar esta zona con asanas como Cara de Vaca o Malasana o Guirnalda. Te ayudarán a aliviar la zona y te dejarán una gran sensación de descarga y ligereza.

Cara de vaca

Malasana o Guirnalda
Esta clase de mi canal de Youtube «SOY YOGA» es un ejemplo de práctica para desbloquear las caderas y liberar emociones.
Nuestra práctica de yoga nos acerca más nuestra realidad interna, nos muestra claramente lo que está sucediendo. Desde aquí os animo a profes, alumnos y practicantes a que cuando experimentéis una liberación emocional durante una clase no le tengáis miedo, no la rechacéis. Acogedla como una oportunidad de sanar algo que está dentro y que debe liberarse y salir.
GRACIAS. NAMASTÉ