Más del 70% de mi alrededor me dice que “hay que hacer yoga”, “quiero hacer”, “a ver si encuentro un hueco”, “no tengo tiempo”, “tengo que ponerme»… Si, si, lo digo por ti.
Como siempre digo, querer es poder. Y si no sabes cuando empezar a hacer yoga, este es el mejor momento. ¿Por qué no? Estás leyendo esto, eso es porque algo de tiempo tienes o porque simplemente te apetece en este momento. Lo mismo pasa con el yoga. ¿Cuándo? Cuando tu quieras. Al despertar para movilizar la musculatura, después de la ducha, a media mañana, por la tarde, pero no justo después de comer, lo mejor es esperar a que hayas hecho la digestión, por la noche antes de irte a dormir. ¡Cuando quieras!
En esta vida lo queremos todo para ayer, no tenemos paciencia y queremos hacer las cosas lo antes posible y tener resultados antes de haber acabado. ¿Por qué no disfrutar del camino sin pensar en cuando llegaremos?
Con el yoga pasa lo mismo. Me da la sensación que piensas que es algo super difícil o demasiado tranquilo y que no vas a tener paciencia para poder disfrutar de ver como tu cuerpo se va relajando, adaptando a esas asanas, y llegando cada vez más lejos. Esa sensación que hace que la comisura de los labios se levante y se intuya esa sonrisa de satisfacción.
No te plantees cuando empezar, sino ¡hazlo!
Tensiones mentales y físicas, liberadas mientras estás practicando. Siente lo que haces. Disfrútalo, aunque sean solo 5 minutos. Da igual si te parece poco, si solo puedes hasta ahí, no fuerces, diviértete, respira y relaja.
Así que el cuando empieza por ti. Lo demás, son excusas. Aunque te tengo que advertir, ¡cuidado que engancha! Empiezas con una clase a la semana, cuando ya llevas 2 meses, quieres subir a 2. O después de probar la primera y ver como te sientes, ya decides que, en lugar de 1 vez a la semana, lo harás 2. Y además, algún que otro día te podrás algún video de YouTube o me escribirás para hacer una clase online conmigo 😉
Eso sí, lo único que te pido es que después de la primera clase, si no te ha gustado, que sigas intentándolo. Cambia de profesor, cambia de estilo, pero no te rindas a la primera. Sinceramente, con la cantidad de estilos que hay, profesores (cada día salen más y más, algo que es bueno, porque significa que de cada vez somos más que queremos expandir este estilo de vida). El profesor es muy importante a la hora de hacer yoga, porque el yoga son energías y si no hay “feeling” no te va a gustar. Bueno, a mí me ha pasado, pero no por eso dejé de practicar, busqué, busqué, busqué… y encontré y cambié 😊
Dependiendo de cómo seas y cual sea tu objetivo te convendrá un estilo u otro. Yo empecé con vinyasas y ahora me encanta Hatha. Te doy unas pinceladas y también los enlaces de los artículos que hemos ido escribiendo (lo pongo en el tipo de yoga), por si necesitas más información para decidirte y para poder empezar.
Primero, un esquemita para que puedas hacerte una idea del estilo a elegir. En la barra vertical (amarillo) te pongo cuanto está implicada la mente y en la barra horizontal (turquesa) el físico (como siempre, si no entiendes algo, escríbelo en comentarios y te ayudo):
Y ahora te hago una pequeña introducción de cada estilo. Alguno de los estilos los conozco y/o practicado, pero en otros he tenido que investigar (cuanto más sé, más me gusta). Igualmente, te los comento.
Yoga Integral o Purna Yoga (ni idea de que existía este estilo. Te cuento lo que he leído). En sánscrito significa “completo”, el Purna Yoga integra la enormidad de nuestra disciplina a través de diversos métodos que unidos logran el bienestar mental y físico. El objetivo: alcanzar un estado de profunda tranquilidad y ecuanimidad.
Un ejemplo sería una práctica de Asana, pranayama, kriya y meditación. Haciendo mucho hincapié en la respiración y en mover el prana. Por lo que sí, es un estilo más mental aunque se hagan asanas.
Yoga Nidra, ¡¡me encanta!! Consiste en un yoga de sueño, pero sin quedarte dormido. Imposible hacerlo solo. Te tumbas, cierras los ojos, te relajas y escuchas como tu instructor te va nombrando las 9 etapas por las que vas pasando.
El yoga restaurativo es un tipo de yoga terapéutico cuya finalidad es el descanso del sistema nervioso. Se realiza mediante asanas (posturas) suaves y pasivas, apacibles y relajadas, diseñadas para que las cadenas musculares de nuestro cuerpo se aflojen, y se despierten los mecanismos propios de la relajación
El Yin Yoga. Es una especie de hatha, pero manteniendo las posturas entre 3 y 5 minutos. Tiene que hacerse de manera relajada, no sufrir…
Te cuento otro del que no tenía ni idea. Este es Anusara Yoga. Este estilo se basa en hacer asanas orientadas al corazón y te centras más en la seguridad y en la alineación.
Hatha, mi preferido para la corrección postural y para conseguir ser un poco más flexibles. Se basa en mantener las asanas durante unas 5 – 8 respiraciones. Llegando hasta donde puedas, sin forzar, pero con una correcta alineación, trabajando a la vez que relajando la musculatura con la respiración.
Iyengar. Muy parecido a Hatha, solo que es un poquito más “perfeccionista”. Se basa en hacer a la perfección la alineación de las asanas.
Yoga Terapeútico. El instructor tiene mucho más conocimiento de anatomía. Podemos decir que es el fisio del yoga.
Viniyoga. Otro del que no había oído hablar y resulta que es, en cierta manera, lo que yo hago. Leyendo he descubierto que Viniyoga literalmente significa “aplicación adecuada”. Conocer al alumno y aplicar la práctica a su fisionomía y condición física, edad, sexo (no si practica mucho o no, sino el género).
Prenatal/ postnatal. Otro tipo de yoga. No hace falta que lo explique, ¿no?
Kundalini. Es una mezcla de meditación por la que pasas por 4 fases. Es física porque tienes que moverte.
Ashtanga – los 8 caminos del yoga. Es lo único que te voy a decir, no es solo una práctica. Dale al enlace.
Vinyasa/ Power – Serie de asanas en movimiento donde enlazas unas con otras con sentido. El Power yoga el movimiento es más dinámico y energizante.
El Bikram Yoga o “hot yoga”, se centra en 26 asanas o posturas, realizadas en serie y repitiéndose dos veces casa asana durante unos 90 minutos. Para más inri, se ha de practicar en una sala a unos 42 grados y con un índice de humedad muy alto, siendo el calor y el sudor dos elementos básicos en su realización.
Te he dejado bastantes estilos para que puedas elegir y empezar CUANDO quieras.
¡¡Que tengas un buen inicio de semana!!